Cuándo editar los "abs"

En este cursillo ya dijimos previamente que usamos divs y abs para indicar al ordenador, en una fase posterior, la correspondencia entre unas partes y otras del texto. Su uso permite a los investigadores buscar la misma sección del texto en más de un manuscrito, para compararlas, contrastarlas y estudiarlas.

También dijimos que los transcriptores voluntarios no deben cambiar los números de los divs o los abs, pero en circunstancias muy especiales hay que añadir un ab adicional.

 

Primero, la teoría... 

Cada div (división de texto) puede contener muchos abs (bloques anónimos de texto). Decir que cada ab es una frase es demasiado simplificador, pero en muchos casos esto se puede considerar verdadero. Decidir qué constituye un ab es algo complicado, incluso para los editores de textos con mucha experiencia. Hay que mantener un equilibrio entre una sección de significado y las estructuras lingüísticas del texto (muchas veces esto significa frases). En muchos casos, un nuevo ab coincide con una frase nueva y un calderón (¶), pero no ocurre siempre así. Los copistas medievales a veces usaban calderones para separar artículos en una lista, por ejemplo, una lista de reyes o de ciudades. No hace falta poner cada artículo de la lista en su propio ab, ya que consideramos que todos los artículos de la lista son de la misma sección de significado. 

 

Y ahora la parte difícil...

Ya has visto cómo la corrección del texto base puede hacer manifiestas las diferencias entre el texto base y el que figura en la imagen del folio. A veces, las diferencias son pequeñas, por ejemplo si hay una palabra añadida u omitida. También puede haber cambios en la ortografía. Este tipo de variantes no afecta al uso de los abs. Sin embargo, a veces los cambios pueden ser mucho más relevantes, con grandes fragmentos de texto presentes en la imagen pero no en la transcripción, o viceversa.

 

 

Cuando hay pasajes en el texto base que no aparece en la imagen, la solución es fácil: editas el texto base para que corresponda con la imagen, borrando el texto que no está en la imagen. Si tienes que borrar un ab entero, lo puedes borrar. No importa si los números de los abs saltan de, por ejemplo, 100 a 300 (si es que has tenido que borrar el ab número 200).

 

 

Cuando hay texto en la imagen que no está en el texto base, la solución es más complicada: tienes que añadir un ab adicional.

Para hacer esto hay que cerrar el ab actual con </ab> y abrir uno nuevo con <ab n="____">. La línea horizontal entre las comillas indica dónde poner el número del nuevo ab. Este será diez unidades más elevado que el ab que acabas de cerrar. Por ejemplo, si estabas trabajando en el ab 100, y ves que hay bastante texto en la imagen que no está en el texto base, cerrarás el ab 100 y abrirás un ab 110. Para abrir el ab 110, usarás <ab n="110">Si hubiera incluso más texto, podrías cerrar el ab 110 y abrir un ab 120.

 

Decidir si el texto adicional necesita su propio ab no es nada sencillo, y esencialmente depende de la opinión del transcriptor. Una regla básica es que si la sección adicional parece ser una frase entera (es decir, que tiene su propio verbo) puede tener su propio ab. Tomar decisiones editoriales de este tipo es una de las tareas más difíciles que tendrás que afrontar como transcriptor voluntario en el proyecto Estoria de Espanna Digital, porque es, por su naturaleza, una cuestión sujeta a criterios subjetivos. En efecto, no es algo que podamos explicar con facilidad en la Guía de Transcripción o en un curso introductorio como este, porque cada ejemplo será diferente. Para cualquier duda, lo mejor será siempre preguntar en el Bulletin board, y un transcriptor o editor con más experiencia examinará cada caso en particular. Siempre es mejor preguntar que quedarse con dudas, y siempre estaremos dispuestos a ayudarte.